11-02-2020
Aprender idiomas en la escuela
Aprender idiomas en la escuela aporta muchos beneficios. Sin embargo, para lograr este objetivo resulta necesario incentivar a los alumnos. Tener en cuenta las edades de nuestros estudiantes es imprescindible. De esta forma, a los grupos infantiles será más fácil motivarles a través de juegos en los que deban poner en práctica la expresión oral del idioma.
Ideas para trabajar idiomas en clase
A la hora de trabajar idiomas en clase conseguiremos muchos beneficios para los alumnos. No solo estarán interactuando entre sí, debiendo dejar a un lado la vergüenza que supone hablar en público, sino que aprenderán a convivir y evitaremos que se produzcan rechazos entre ellos y el temido bullying.
Una lengua no solo permite un aprendizaje más en los estudiantes, sino que les reporta seguridad y una base futura para llegar a ser competitivos laboralmente. Sin embargo, para lograr estos objetivos será necesario que como docentes, planteemos una forma de trabajo dentro del aula que fortalezca la enseñanza de un idioma determinado.
Creando una obra para el instituto
La expresión oral resulta determinante en el aprendizaje de cualquier lengua. De esta forma, adquirimos nuestra lengua materna, escuchando a nuestros mayores y repitiendo lo que nos dicen hasta llegar a interiorizarlo.
Mediante la oralidad ponemos en práctica la dicción y el oído, dos herramientas muy necesarias para defendernos en un idioma si decidimos salir al extranjero. Además, a quien aprende una lengua así, le resultará más sencillo escribirla con posterioridad.
Por todo lo anterior, que nuestros alumnos interpreten una obra de teatro en la lengua extranjera que están estudiando constituye una excelente manera de aprendizaje. Para ellos significará todo un reto personal, que podrán compartir con el resto de compañeros. Será un reto por el que todos deberán esforzarse y en el que participará toda el aula. Servirá para reforzar lazos entre compañeros, para alimentar su autoestima y para que aprendan a solucionar conflictos de manera individual, como el que supone tener que salir a un escenario ante la mirada de un público numeroso.
Para realizar esta actividad a los alumnos de un instituto deberemos aseguramos de que ya poseen un nivel medio del idioma que tendrán que preparar para la obra. Sin embargo, también es posible orientar una adaptación más sencilla para los alumnos de Primaria.
Mediante la repetición que se lleve a cabo en los ensayos les enseñaremos a pronunciar correctamente el nuevo léxico que contenga la obra. De algún modo, todos deberán tener un papel en la misma.
Siempre podemos seleccionar las participaciones más pequeñas o en coro a aquellos alumnos que tengan mayores dificultades para vencer su timidez. Lo prioritario es lograr que todos interactúen y, si es posible, que todos puedan aprenderse todos los diálogos que aparecen.
Podemos realizar ejercicios por escrito, pidiéndoles que resuman en la lengua que están aprendiendo la obra de teatro que interpretarán o que redacten un final alternativo al que ya conocen. Incluso, se podría llevar a votación otro final para ser representado, en lugar del original.
Otras actividades participativas
Existen otras excelentes ideas para que el alumnado se motive a aprender la lengua extranjera. Desde el primer día de clases, cerciorándonos de que ya poseen un determinado conocimiento del idioma, haremos que se presenten. Al utilizar la segunda lengua se sentirán más desinhibidos y les costará menos participar. Además, les ayudará a conocerse entre sí.
Los juegos orales son otra magnífica idea. Se puede crear una historia y hacer que cada alumno la continúe. Practicarán la dicción y la pronunciación, obteniendo la libertad de contar lo que deseen y dejando que el compañero de al lado siga la historia.
Como vemos, aprender idiomas en la escuela puede resultar muy confortable para el alumnado, siempre que este se vea arropado por sus compañeros bajo un fin común.