08-11-2023

Objetivos del teatro infantil

Los objetivos del teatro infantil no son crear actores. La actividad teatral que se lleva a cabo en la infancia va más allá del nivel interpretativo que demuestre el menor. Cuando envuelves dentro de una escenografía a pequeños de 5 años de edad en adelante, estás logrando que formen parte de una terapia, en la que la socialización y su desarrollo psicomotor salen beneficiados.

Los logros del teatro para educación infantil

Lo primero que debemos tener claro es que no buscamos crear actores ni artistas futuros. El teatro infantil debe suponer para el niño una forma nueva de jugar, en la que pondrá en práctica determinadas destrezas, algunas de las cuales irán mejorando con su práctica en el escenario.

Uno de los objetivos del teatro escolar es conseguir que los más tímidos socialicen mediante la interacción que se realiza en el escenario. Al hacerles ver que representan a un personaje distinto a ellos, sentirán mayor facilidad para desenvolverse y comunicarse con mayor fluidez.

Teniendo en cuenta que a partir de los 5 años los pequeños ya han aprendido a leer, es el momento de enseñarles a memorizar y a pronunciar correctamente. Mediante el estudio y la repetición de escenas teatrales, conseguiremos que mejoren su dicción.

El estudio a temprana edad es un beneficio para los jóvenes estudiantes. Además, mientras más jóvenes sean, más facilidad tendrán de absorber toda la información que les presentemos. En esta medida, puede ser muy positivo llevar a cabo escenas teatrales en una segunda lengua, para afianzar así el nuevo léxico y la posibilidad de que alcancen el bilingüismo.

Por otra parte, la escena teatral favorece la gesticulación y el control corporal. Esto se interpreta en una ventaja para la motricidad, especialmente en pequeños que muestran dificultades en esta área. La expresión corporal es una fuente de comunicación importante porque consigue captar la atención del interlocutor, mejorando el canal de transmisión del mensaje en una conversación.

El teatro visto como un juego

El juego es una fuente de motivación en los más pequeños, por eso el teatro debe significar para ellos una actividad lúdica. Saben los expertos en pedagogía que si consigues entretener a un niño, es más fácil transmitirle una enseñanza. Caso contrario sucede si se aburre; pierde atención a lo que está haciendo o está pensando en el momento de terminar la actividad.

Por eso, si en la práctica de una escena teatral divertida se le instruye acerca de un momento histórico, con facilidad se le quedará grabado ese conocimiento que, sin duda, le valdrá de cara al futuro.

Con la enseñanza de valores pasa lo mismo que explicamos anteriormente. No solo se incrementará la tolerancia hacia sus compañeros de actuación, enseñándole a respetar los tiempos entre los diálogos, sino que asumirá que cada niño tiene una posición importante, aún por pequeño que sea su papel.

Sin duda, la creatividad está a flor de piel con la práctica teatral. Del mismo modo, se incrementará su imaginación, al recrear escenarios en su mente e, incluso, momentos históricos que se les haga representar.

Definitivamente, aumentará su autoestima ante el rol que deberá cumplir sobre el escenario. Comprenderá que, al igual que en la ficción, en la realidad también debe cumplir su papel como ser humano, sin que deba temer relacionarse socialmente. Se pretende que vea mediante el esfuerzo que puede lograr cualquier objetivo que se proponga.

A partir de que comprenda todo lo anterior, habremos creado a niños y niñas autorreflexivos y con una mente crítica que les capacitará para ser futuros seres humanos competentes.

Los objetivos del teatro infantil implican enseñar valores, aumentar la autoestima y hacer mejores personas a nuestros pequeños, aún en etapa de aprendizaje.

Desde Transeduca os ofrecemos algunos de nuestros guiones para que los podáis trabajar en clase. 

¿Cómo relacionar hacer teatro infantil con la salida al teatro?

Todo lo anterior se puede ver reforzado con una salida al teatro, en la que el alumnado verá a personas realizar lo mismo que ellos han estado haciendo, reforzando la confianza en sí mismos y los valores que han ido aprendiendo.